Hablar de la relación entre música y narcotráfico es todavía un asunto complejo, a pesar de que sea cada vez más frecuente la mención del tema en las noticias.
Desde la antigüedad, los poderosos se han valido de artistas, bien para relatar sus hazañas, o para alardear sobre los alcances de su fortuna.
Esta relación, adaptada al mundo actual del crimen, deja a los músicos en medio del fuego cruzado, pues por un lado, aparece la tentación de un buen pago por cantar para un capo, y por el otro, llegan los dilemas morales que atañen a la sociedad.
La prevención en los medios, surge del riesgo que representa hablar de cualquier cosa que esté asociada a los narcos. Además está el tema de imagen: ningún artista aceptará de plano tener o haber tenido relación alguna ninguna con un narco. Finalmente, no conviene que en una industria como esta, en la que se mueve tanto dinero y poder, aparezca la sospecha de la presencia del narcotráfico.